Me dicen, me cuentan, que el verano está a la vuelta de la esquina. Pero aquí en Galicia parece que se resiste a llegar. Por un lado lo agradezco, porque cuando estás en el final de curso y tienes mil y una cosas que hacer, no te apetece trabajar sudando como un pollo y pensando que la tarde no la puedes pasar en la playa o en una terracita tomando un café con hielo, sino trabajando para ultimar todas las cosas que hay que hacer.

Pero de repente, un día te levantas, sigues llevando tu manga larga, tus zapatos cerrados, tu abrigo por si acaso… y el verano llega de golpe. Y sin alcanzar si quiera los 30 grados, nosotros los gallegos (o por lo menos eso me pasa a mí) ya morimos de calor. Es la falta de costumbre.

Así que este año estoy preparada, ya estoy recopilando las recetas de helado que he hecho hasta la fecha, y ando investigando algunas nuevas, como esta de helado de fresa casero, para ponerlas en práctica en cuanto nuestro amigo Lorenzo asome sin piedad.

Receta helado de fresa casero

Ingredientes

• 200 ml de nata 35% de materia grasa
• 250 gramos de fresas
• 100 g de queso de untar tipo Philadelphia
• 100 g de azúcar

Preparación

1. Tritura las fresas con el azúcar y el queso, con la ayuda de la batidora eléctrica.
2. Monta la nata asegurándote de que queda bien firme.
3. Mezcla la nata con el batido de fresas con movimientos suaves y envolventes.
4.  Llega el momento de mantecar el helado en la heladera siguiendo las instrucciones de la misma.
5. Reparte la mezcla en los moldes de helado. Yo usé un kit de moldes  de silicona para hacer 4 helados. Cada uno de ellos con una capacidad de 90 ml. Me sobró un poco de mezcla que puse en un tupper especial para congelación.
6.  Coloca los palitos de madera y deja los helados en el congelador unas 24 horas. Recuerda que si no tienes heladera: mete directamente la mezcla en el congelador. Déjalo una hora más o menos, y antes de que cristalice, sácalo del congelador y bátelo con energía, a mano o con varillas, para romper los cristales de hielo y hacer un helado cremoso. Bate lo justo y necesario, sin exceso. Vuelve a meterlo en el congelador y haz este proceso varias veces.

Trucos y consejos

• Acuérdate de añadir el queso al principio, asegurándote de que se mezcla bien, porque si lo quieres añadir después, por ejemplo cuando mezclamos la nata con las fresas trituradas, nos va a costar que se integre.
  Ni se te ocurra intentar añadirlo al final, cuando el helado esté en la heladera, porque aunque pienses que las varillas de la heladera te van a ayudar a mezclar el queso, no te estás dando cuenta de que e frío va a congelar el queso y va a ser imposible mezclarlo.
  ¿Por qué digo esto? Porque me pasó a mí, sip….
  Yo también cometo desastres culinarios, para que lo sepáis. Que igual pensáis que me meto en la cocina y todo me sale perfecto a la primera jajaja.

Para todos aquellos que ya estáis disfrutando de la playa, con el cuerpo al aire para soportar los calores e incluso durmiendo con una simple sabanita (creo que en todo el verano yo no duermo nunca con una simple sábana XD), ya podéis hacer este helado de fresa casero y disfrutarlo.
Y si no también, ¡que más da que haga mal tiempo! Los helados son siempre bienvenidos ¿verdad?

BESITOS ^_^

Mirta