El otro día me di cuenta de que hace ya mucho tiempo os puse mi receta de galletas de chocolate, pero aun no os había puesto la de vainilla.
Debe ser que como siempre hago las galletas de chocolate, porque para mi son las mejores, y casi nunca uso la de vainilla, ya no me acordaba de que igualmente la quería compartir con vosotros.

Así que aprovechando que hice estas galletas de Arco Iris con la receta de vainilla, hoy os la dejo.

Veréis, si las galletas las voy a regalar, siempre las hago de chocolate, porque  me aseguro de que van a estar RIQUISIMAS!!
Para mi tienen un sabor más rico, una textura más suave, hasta me da la sensación de que combina mejor con los sabores que le pongo a la glasa.
Pero también es verdad que el color oscuro de la galleta no siempre queda bien a la vista, sobre todo cuando al decorar la galleta se ve mucha parte de la misma.

Estas galletas de arco iris, las hice para mi, porque se me ocurrió esta idea, y como en este caso primaba más lo estético que el sabor, las hice de vainilla.

No me lío más y os dejo la receta.

Ingredientes (para 25 o 30 galletas de tamaño mediano-grande)

• 250 g de mantequilla sin sal
• 250 g de azúcar
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 2 huevos M
• 600 g de harina normal
  

Preparación
Bate la mantequilla reblandecida a temperatura ambiente junto con el azúcar, hasta que quede una mezcla esponjosa y la mantequilla quede más blanquecina.
A continuación bate los huevos aparte y ve añadiéndolos poco a poco a la masa, asegurándote que se mezclan bien con la mantequilla.

Es momento ahora de poner la vainilla, aunque realmente poduedes añadir el sabor que quieras: canela en polvo, naranja o limón.
Por último añade la harina, en tandadas, batiendo primero a velocidad baja y terminando a velocidad alta.
Cuando tengas la masa lista estírala entre dos papeles de horno con la ayuda de un rodillo. Procura que toda la masa quede con el mismo grosor. Este es un punto muy importante. Para conseguirlo tienes dos formas, o comprarte un rodillo especial con topes a los lados para graduar el grosos de la galleta, o utilizar dos varillas del mismo grosor, ponerlas a cada lado de la masa, y amasar con ellas haciendo tope.

Deja que la masa repose en la nevera entre dos y tres horas. Yo suelo dejarla hasta el día siguiente.
Esto es muy importante para que al cortar las galletas, la masa no se deforme.
Las galletas se hornean a 180º C durante 12-15 minutos. El tiempo depende del grosor y tamaño de la galleta.

Una vez estén hechas, sácalas del horno y deja que se enfríen por completo sobre una rejilla.

Trucos y consejos

• Para hacer las galletas es necesario que tengas una máquina amasadora, un robot de cocina o una batidora de varillas. Puedes hacer la masa a mano, pero ten en cuenta que te costará mucho, sobre todo batir la mantequilla y el momento de mezclar la harina.
• Se bastante preciso con las cantidades, ya que son las cantidades justas y necesarias para que la galleta no se deforme durante el horneado, pero tampoco quede muy seca por un exceso de harina.
• Bate bien la mantequilla, que no queden trocitos sin batir. Cuanto más homogénea quede la masa, más lisa y perfecta nos saldrán las galletas después del horneado.
• Usa siempre mantequillas sin sal. Puedes encontrarla en varios supermercados como marca blanca. La mantequilla hace que la galleta tenga ese sabor tan particular y queden crujientes.
• No amases demasiado la masa porque se endurecerá, solo mézclala hasta que te asegures de que la harina está bien incorporada.
• Asegúrate de dejar un poco de espacio entre las galletas a la hora de hornearlas. Se supone que con estas cantidades la masa de galletas tiene que estar perfecta para modificarse lo menos posible, pero siempre tienden a aumentar un poco su tamaño.
• Procura que las galletas sean del mismo tamaño, sino al hornear unas se harán y tostarán antes que las otras.
• Coloca las galletas para hornear en la bandeja del horno fría.
• Presta atención al tiempo de horneado. Cuando el tiempo fijado de cocción esté llegando a su fin debes estar pendiente de ellas, pues a penas un minuto de más puede arruinar toda una tandada de galletas.
• Debes enfriar las galletas sobre una rejilla para evitar que reblandezcan.
• Puedes hacer masa de galletas y congelarla.