Como me empiezo a aficionar a esto de las mesas dulces, cualquier ocasión me vale para montar una.
En este caso fue el cumpleaños de una de mis mejores amigas.
La temática: el mar.

La mesa es pequeñita y con poquitas cosas porque en la celebración éramos sólo tres. Y para ser tan pocas personas (íntimo, íntimo), bastantes dulces puse la verdad.
Por cierto, si os pensais que menudo trabajo me he metido, teneís que ver los cumpleaños que me montan ellas a mí. ¡Son siempre impresionantes! Nunca se me olvidará el que me hicieron inspirado en Alicia en el Pais de las maravillas. ^_^
¡¡¡Si es que mis amigas son unas artistas, os lo aseguro!!!

Los cupcakes, con estrellas de mar incluídos, fueron de receta clásica: bizcocho de vainilla con butercream de algodón de azúcar ( los azules) y buttercream de nutella ( los marrones, está claro).
Una de mis amigas aun no los había probado,¡ y eso no podía ser!

Lo que más me gustó de la mesa fueron los pops.
Era el segundo intento con pops hacia arriba (los de la boda los hice boca abajo).
Los primeros se calleron con el peso de la gravedad porque les puse demasiado buttercream y poco bizcocho. Pero como de los fracasos siempre se aprende algo, esta vez tomé nota, puse más bizcocho, y perfectos! Resistieron toda la noche en su sitio.

La tarta de cumpleaños, aunque os penseis que es el típico Layer Cake y esteis esperando saber de qué, (y aún a riesgo de que no me creais), es de galletas.
¿De galletassssssss?
Si.
¿Sabeis la típica tarta de chocolate y galletas? La de toda la vida. Pues es esa. Sólo que con una buena capa de buttercream que sirvió de adorno más que otra cosa.

Mis amigas y yo somos de tradiciones, y la tarta de galletas en nuestros cumpleaños es la más importante.
Se me pasó por la cabeza innovar y ponerla de otra cosa, pero al final no me atreví.
Hice bien, porque en cuanto lo insinué en la celebración el NOOOO fue rotundo.

Si os preguntareis cómo le queda el buttercream a la tarta, pues he de deciros que ni bien ni mal. Casi no se nota y si tengo que poner la balanza hacia un lado u otro, diría más bien que hasta la mejora.

En cuanto a la decoración, no es nada del otro mundo, ni complicada de hacer.
Muchas conchas (quién no tiene alguna caracola por su casa), tarros con galleta triturada simulando arena, gominolas en forma de concha y poco más.

Lo mejor de la mesa, como siempre, la cara que se le queda a la sorprendida.
^_^