Hoy no os traigo una receta, aunque si la queréis os la dejo, hoy quiero hablaros un poco de todo en general y de nada en concreto. Quiero hablaros de un popurrí de cosas varias, y si es posible, no aburriros mucho por el camino.
Empezemos con estos merengues de frambuesa, que después de los de mora que hice hace tiempo, fueron mi segundo intento. Intento creo que fallido.
No le encuentro la gracia ni el punto a los merengues. Definitivamente no son lo mio.
Primero por su sabor: es cierto que en el primer mordisco, y especialmente en estos merengues, el sabor a riquísima frambuesa te inunda la boca y parece que acabas de encontrar la receta perfecta de una deliciosa, sencillísima y casera golosina. Esta sensación dura a penas unos segundos, lo justo para que el azúcar invada toda tu boca dejándote un regusto demasiado dulzón en el paladar durante un buen rato.
Después toca hablar de que no consigo que su aspecto interior ni exterior quede como lo que se supondría.
Por más que bajé y subí la temperatura del horno, los dejé más o menos tiempo y puse más y menos azúcar, no conseguí que no rompieran por todos los lados. Igual es que esto es lo normal. Lo que no se si es tan normal es que por dentro queden tan huecos.

En fin, los merengues no son lo mio. Tengo claro que no se los pondré a nadie acompañando un café o delicadamente envueltos como regalo. Pero si me parecen el complemento perfecto para decorar una tarta, o rellenar un bote de cristal y así adornar alguna mesa dulce. Esta es básicamente la utilidad que yo le veo a los merengues.

Si aun después de semejante parrafada tan poco positiva sobre los merengues tienes curiosidad por saber cómo se hacen, tienes la receta paso a paso, con trucos y consejos, en la entrada sobre los merengues de mora.
Y si quieres saber qué saborizante usé para estos merengues de frambuesa, decirte que es este de la marca ChefDelice

Y ya puestos hablemos de esta marca, de la cual ya he probado varios aromas.
Descubrí esta marca de pura casualidad. Iba buscando frambuesa en pasta de la marca Home Chef, y como estaba agotada en la tienda, la dependiente me ofreció esta otra alterntiva.
¿Qué ventajas tiene la marca ChefDelice?
Puedes encontrar botes grandes y botes pequeños. Lo cual es de agradecer, pues si, por ejemplo, no estás segura de que algún sabor te vaya a gustar o le vayas a sacar mucho partido (violetas, rosas, chicle, etc), una opcción muy buena y económica es comprar uno de los botecitos pequeños.
Esto mismo me pasó con el aroma a chicle. No quise comprarlo de la marca Home Chef porque son botes muy grandes, y sinceramnte, no creía que fuera a usar tanto la pasta de chicle, o simplemente que me fuera a gustar.
Es cierto que el aroma de frambuesa de esta marca, por ejemplo, es un poco más artificial que el aroma de la marca Home Chef, pero igualmente es un sabor delicioso.
Conclusión: Si quieres probar algún sabor especial, o comprar algún aroma para una ocasión puntual, la marca Chef Delice es la ideal.
Si por el contrario sabes que vas a usar mucho el aroma, cómpratelo de la marca Home Chef, son muy buenos y duran mucho.

La forma de estos merengues está hecha con la boquilla 1M de Wilton. La misma que se usa para los cupcakes.
Lo cierto es que quedaron espectaculares a la vista.

Y para terminar este popurrí de post, os invito a todos a que me sigáis por Instagram. Por allí me veréis muy a menudo, subiendo fotos de los dulces que hago para mis amigos y familiares, y que no subo a la web, así como fotos que os acercarán un poco más a mí: lo que hago, dónde estoy, con quién… Por ejemplo, si ya me sigues en Instagran, ya sabrás que el próximo Lunes cogeré un avión rumbo a ROMA!! ¡¡Que emoción!!
Pienso comer de todo a todas horas jojojo Además de ver la ciudad jaja