Hay personas afortunadas porque trabajan en algo que les gusta, que les entretiene y satisface, lo cual me parece importantísimo, pues en el trabajo pasamos muchas horas de nuestra vida. Pero luego hay personas que sienten que tienen el mejor trabajo del mundo, que no lo cambiarían por ningún otro y en el que se sienten completamente realizados.
Así de afortunada me siento yo con el mio.
Nunca tuve intención de ser profesora de Infantil, llegó a mi vida por circunstancias varias, pero es de esas cosas que parecen predestinadas, pues ya no me imagino haciendo otra cosa.
Trabajar con niños no es solamente divertido, pues no hay un día igual a otro, y os puedo asegurar que tienen salidas únicas con las que te ríes sin parar, pero además, ¡es tan gratificante trabajar con ellos! Ver sus avances por pequeños que sean, ver lo agradecidos que son siempre, el interés y asombro que ponen por cualquier cosa (cualquier cosa para nosotros claro).
Cada vez que se termina el curso escolar siento una tristeza increíble. Y ya queda tan poco…

Todo esto venía porque hace poco os enseñé cómo trabajé con los niños haciendo galletas decoradas para el día de la madre (muy sencillas, que cada día tenía dos horas largas para 25 niños, y la verdad que para tan poco tiempo y tanto niño junto, bien bonitas quedaron). El caso es que desde ese taller culinario, en el que los niños disfrutaron tantísimo, muchos de ellos intentaron en sus casas volver a hacer galletas, lo cual, por cierto, ME ENCANTÓ Y EMOCIONÓ.
Pensando yo en esto, llegó el fin de semana y decidí hacer alguna receta sencilla y rápida, de esas recetas perfectas para hacer con los niños y que además está para chuparse los dedos. Para que todas las mamás en sus casas se animen y pasen un buen rato con sus hijos.

Ingredientes

• 100 gr de mantequilla sin sal
• 100 gr de azúcar moreno
• 1 pizca de sal
• 1 huevos M
• 1 cucharadita de levadura
• 1 cucharadita de vainilla (Home Chef)
  
• 1 cucharadita de canela en polvo
• 180 gr de harina
• 50 gr de chocolate blanco
• lacasitos al gusto

Preparación

Bate la mantequilla reblandecida a temperatura ambiente junto con el azúcar A continuación añade el huevo batido y la vainilla.
Cuando el huevo esté bien integrado añade la harina junto con la levadura, la pizca de sal y la canela.
Por último trocea el chocolate blanco y añádelo a la masa junto con los lacasitos. Puedes poner tantos lacasitos como quieras.
Por último pon una bola de masa en papel de horno e introduce las galletas a 180º durante unos 10 minutos aproximadamente.
Al sacarlas déjalas enfriar sobre una rejilla.

Trucos y consejos

• La cantidad de chocolate blanco y lacasitos es cuestión de gustos. Pon lo que quieras y cuanto quieras.
• Para que todas las galletas sean más o menos iguales, usa una cuchara de helado para poner la misma cantidad de masa.
• Aplasta un poco la masa antes de hornearla, para evitar que se haga demasiado por los lados y quede masa cruda en el centro.
• Aunque pasado el tiempo de horneado creas que la galleta no está lista porque la ves muy blanda, no hagas caso. Sácala del horno, ya que cuando se enfríe se endurecerá. Si la dejas demasiado tiempo en el horno, cuando se enfríen tus galletas se convertirán en armas letales de lo duras que quedarán. Os lo aseguro.

Tenía una idea mental de cómo sabrían estas cookies, pues no son las primeras ni segundas que hago, pero sí las primeras que sigo la receta al pie de la letra, que pongo bien las cantidades, que añado buena vainilla (para mi fundamental) y que por lo tanto, me salen bien, o cuanto menos muy decentes.
De verdad mucho más ricas de lo esperado. Yo ya estoy deseando hacer más cookies.