Haciendo los cupcakes de frambuesa y limón que ya publiqué, y ocurriéndoseme a mi la idea de decorarlos con galletitas de limón, me acordé de las galletas de zanahoria que hice hace tiempo y que taaaaan buenas estaban.
Así que pensé en hacer un experimento, y ya que me iba a poner a amasar y hornear galletas de limón, no me costaba nada hacer un poco más y hornear otras pocas. Y ya que de paso también tenía que hacer buttercream de frambuesa para los cupcakes, tampoco me costaba hacer otro poco para el relleno de estas galletas.

Se trataba de volver a probar esa combinación de galleta y buttercream que tanto me conquistó con las de zanahoria.

Este fue el dulce resultado de mi experimento, unas adorables galletitas de limón y frambuesa.
¿Y de sabor?
Bueno. Simplemente bueno.
El limón y la frambuesa es una combinación estupenda que estoy deseando volver a repetir en un buen layer cake, pero teniendo en el recuerdo el sorprendente sabor de las galletas de zanahoria, estas se quedaron en un simple aprobado.
En la cocina hay que experimentar, a veces consigues hacer LA RECETA, esa receta mágica y espectacular que desde que la haces y pruebas estás deseando volver a repetir y enseñar a todo quisqui, y otras veces simplemente experimentas con nuevos sabores y texturas.

De todas formas os dejo la receta, por si algún día os animáis a hacerlas, sobre todo la galleta de limón.
Ingredientes
Para 10 galletas dobles

• 180 gr de mantequilla sin sal
• 1 huevo L
• 150 gr de azúcar
• 330 gr de harina
• ralladura de 1 limón
• 1 cucharadita de emulsión Princesa
• 1 cucharadita de jengibre
• Colorante alimenticio amarillo (opcional)

Preparación
Batir la mantequilla reblandecida a temperatura ambiente junto con el azúcar, hasta que consigamos una mezcla esponjosa.
Cuando los ingredientes estén bien integrados, añadimos el huevo batido previamente. El huevo hay que añadirlo poco a poco, en unas tres tandadas. Lo normal es continuar haciendo esto con el robot de cocina a velocidad baja, pero yo, por miedo a que se me corte la mantequilla, lo suelo hacer a mano. También ahora es el momento de añadir la ralladura de limón, la emulsión de Princesa, y el jengibre.
Finalmente añadimos la harina. Primero bate a velocidad baja y poco a poco sube la velocidad hasta que vemos que todo está bien integrado.
Para conseguir un toque más amarillo en la galleta, yo le puse colorante alimenticio amarillo, pero esto es completamente opcional.

En este momento yo estiro la masa entre dos papeles de horno dejándole un grosor de medio centímetro más o menos, y la pongo en la nevera para enfriar por lo menos un par de horas.
Cuando esté bien fría, la sacamos, ponemos el horno a precalentar a 180ºC (con calor arriba y abajo, y sin aire), y mientras, vamos preparando las galletas con los cortadores que queramos usar.
Ponemos las galletas (que sean todas más o menos del mismo tamaño) en la bandeja, y con una separación de un centímetro o dos entre ellas. Aunque no llevan levadura tienden a crecer un poco.
El tiempo de horneado depende de lo grande que sea la galleta (cuanto más grande, más tiempo), pero aproximadamente será de unos 13 minutos.
Cuando estén listas, las sacamos del horno y las dejamos enfriar en una rejilla.

El buttercream es el mismo que usé para las cupcakes de frambuesa y limón.

Ingredientes para el buttercream

• 100g de queso tipo crema frío
• 60g de mantequilla a temperatura ambiente
• 250g de azúcar glas
• 2 cucharaditas de aroma en pasta de frambuesa.

Preparación

Bate la mantequilla a temperatura ambiente junto con el azúcar glass tamizado. Una vez se ha mezclado todo bien, lo siguiente es añadir el queso,el cual además ayuda mucho a la hora de ligar la mantequilla y el azúcar.
Ten cuidado con la cantidad de queso que pongas. No añadas la cantidad a ojo ya que corres el riesgo de poner demasiada cantidad lo que provoca que el buttercream quede con una textura fea, demasiado brillante y lo peor, no muy consistente, con lo cual no va aguantar bien la forma de la boquilla que uses.
Si te ocurre esto, la única solución es añadir un poquito más de azúcar glas.

Finalmente añade el aroma en pasta de frambuesa. Yo usé el de la marca chefdelice. Viene en un bote pequeño de cristal y su sabor recuerda más a golosina que a frambuesa natural, pero es un sabor espectacular. A mi personalmente me encanta.