Cuántas veces habré dicho: No me gustan los bizcochos ni con naranja ni con limón. Entonces ¿por qué hice este con naranja y no con vainilla?.
Porque el bizcocho era para mis padres. ^_^
Y mi padre es de esas personas que cuando hace cualquier tipo de dulce, lo primero por lo que se pregunta es si tiene limón y/o naranja. Creo que no ha usado la vainilla en su vida.

Otra cosa que nunca ha hecho mi padre en la cocina ha sido seguir al pie de la letra una receta. Yo no se para qué las busca y las lee si luego se las inventa. Es tal la fama de mi padre con esto de las recetas, que hace unos años, cuando me dio la época de costurera (es que en mi vida todo va por temporadas: la temporada del punto de cruz, la de pintar, la de coser…esta creo que es la que más está durando), le hice un delantal en el que le bordé la frase: Yo nunca sigo las recetas de cocina.

El caso es que como ese fin de semana venían a visitarme, y yo tenía ganas de hornear algún nuevo bizcocho, se me ocurrió hacerle este que veis.

La receta original es del Zurrón de los Postres, yo sólo le modifiqué un poco las cantidades.

Ingredientes

• 4huevos
  
• 250 gr de mantequilla
• 300 gr de azúcar
• 400 gr de harina
• 1/2 sobre de levadura
• 120 ml de leche
• 2 cucharaditas de esencia de vainilla (en este caso usé la vainilla en pasta de Home Chef)
• 3 cucharadas grandes y hermosas de cacao
• ralladura de 1 naranja
• 1 cucharadita de esencia de naranja (opcional)
  

Preparación

Bate la mantequilla reblandecida a temperatura ambiente junto con el azúcar. Añade los huevos uno a uno, mezclando bien, después la leche y por último la harina, junto con la levadura, tamizada.
Esta masa que conseguimos la debes dividir en dos partes.
A una de ellas añádele el chocolate y la vainilla y  a la otra la ralladura de naranja y la esencia.
A la hora de añadir la masa al molde, primero pon una y luego la otra.
Mete el bizcocho en el horno, a 180ºC ( en mi horno, que es bastante potente son 170º) durante 1 hora.
Yo le puse papel de plata abombado en la parte de arriba del bizcocho para evitar que la parte de arriba se dorase demasiado y se forme una capa dura como una piedra (¿no os pasa a vosotros?, a mi no me gusta nada). Pero a los 40 minutos abro el horno y lo quito.

Para mi gusto el bizcocho estaba un poco seco y era algo pesado. Aunque es normal que fuera pesado con tanta mantequilla. Por eso creo que, la próxima vez, reduciré un poco más la cantidad y además batiré las claras a punto de nieve, a ver qué tal. Así es la cocina, experimento tras experimento hasta conseguir lo que a ti te gusta.

¡Hasta pronto!