Queda mucho para San Valentín, pero el día de los enamorados y del amor en general no se reduce a una sola fecha, sino a todos los días de tu vida.
(¡Qué bonita me ha quedado la frase eh! jajaja)

Así que estas galletas tan románticas pueden regalarse a quien quieras y cuando quieras.
Yo, con ellas, practiqué un poco más la pintura sobre glasa, y una nueva combinación de colores: en este caso violeta y rosa.
Y la verdad es que me gustó la combinación. No es que me parezca de la mejores, pero es dulce, elegante y discreta.

Los pájaros y la casita los hice con moldes de cartulina.
Otra vez haciéndome mis propios moldes. ¡Sí!,¡¡ lo sé!!
Tengo que decir a mi favor que, aunque no lo parezca porque me paso la vida con tijera y cartulina en mano, tengo una caja MUY GRANDE, llena de moldes.

Pero es imposible tenerlos todos.
¿Y si te compras un molde y sólo lo usas una vez o dos?

Yo tengo moldes que aun no he ni estrenado.
Comprarte un molde y no usarlo, me llega al alma, aunque cuesten dos euros.

Ahora que ya me he animado a pintar sobre galletas, es hora de pasar a otro nivel y avanzar. No me puedo quedar en hacer sólo florecitas como en estas galletas.
Pero también es verdad que pintar sobre glasa y con colorantes comestibles es diferente a hacerlo sobre papel o con acuarela, que debe ser lo más parecido a pintar en galletas.

Por otro lado, aunque yo he pintado bastantes,siempre ha sido con lápices, jamás con acuarela. Así que aunque tenga una técnica de dibujo buena o decente, es casi como empezar de cero para mí.

Pero bueno, para aprender una nueva técnica hay que ir poco a poco, poniéndose retos y, sobre todo, creerte capaz de superarlos. La actitud lo es todo.
Si no tienes fe en ti misma, tus galletas tampoco lo tendrán en ti jaja.

Cuando empieces a decorar dile a tus galletas: Vais a quedar preciosas.
Y así quedarán jaja.
El poder de la mente señores… el poder de la mente jeje.

^_^