Si quieres sorprender a tus invitados con una tarta de queso deliciosa pero diferente, no te pierdas esta cheesecake de Baileys.

Hace unas semanas celebramos el cumpleaños de mi padre, y como sé que le gustan las tartas de queso, siempre le hago la New York cheesecake. Pero en esta ocasión tenía ganas de probar algo diferente, porque aunque la NY cheesecake es una de mis tartas de queso favoritas con mucha diferencia, la hago tantas veces que me apetecía un cambio.

Si había alguna buena opción, esta versión bien cargadita de licor, era sin duda la mejor. Estaba segura que la cheesecake de Baileys iba a conquistar a mi padre por completo. Lo que no me esperaba es que me iba a conquistar tanto a mí.

La receta que he seguido es la de Objetivo Cupcake Perfecto. Es prácticamente la misma receta (buenísima sin duda), únicamente he añadido pequeños cambios para hacerla más a mi gusto.

Cómo hacer cheesecake de Baileys

Ingredientes para la cheesecake de Baileys:

• Para la base
  • 200 g de galletas digestive
  • 80 g de mantequilla sin sal
• Para la crema de queso
  • 800 g de queso philadelphia
  • 160 g de azúcar
  • 1 cucharada de harina
  • 4 huevos M
  • 100 ml de nata
  • 120 ml de Baileys
• Para el ganaché de chocolate
  • 100 ml de nata
  • 35 g de mantequilla
  • 60 ml de Baileys
  • 165 g de chocolate

Preparación

1. Empieza preparando el ganaché para dejar que temple y espese. Pon en un cazo a calentar la nata. Cuando hierva añade el chocolate, baja el fuego y derrite lentamente el chocolate mezclándolo con la nata. Añade también la mantequilla y la crema de Baileys. Remueve constantemente para que el chocolate no se queme hasta conseguir una mezcla homogénea. Retira del fuego, cubre con papel de film y deja que temple.

2. Engrasa el molde con mantequilla o spray desmoldante. Ya lo he dicho muchas veces, pero para mí nada funciona igual de bien que los spray desmoldantes. En cuanto al molde, yo utilicé uno de 22 centímetros de diámetro. Consigues una tarta con menos altura, pero para mi gusto, consigues una proporción perfecta entre galleta, chocolate y crema de queso en cada bocado. Cuanto más pequeño es el molde, más proporción de crema de queso nos sale y a veces es excesivo. Pero esto, repito, es cuestión de gustos.

3. Tritura las galletas, derrite la mantequilla y mezcla ambas cosas en el propio molde. Aplasta con los dedos para que la galleta quede compacta. Enfría la base en la nevera.

4. En un bol aparte (yo utilicé la Kitchen Aid), bate lentamente el queso, el azúcar y la harina. Posteriormente añade los huevos uno a uno, dejando que se integren bien, para finalmente añadir la nata y la crema de Baileys. Solo tienes que batir hasta ver que los ingredientes están bien integrados.

5. Saca la base de la nevera y vierte la crema de queso.

6. Calienta el horno a 180º y cuando alcance la temperatura mete la tarta. Deja que hornee a esta temperatura 15 minutos. Pasado el tiempo baja la temperatura a 120º y deja que hornee durante otros 60-70 minutos a mayores, o hasta que al pinchar con un cuchillo este salga limpio.

7. Deja que la tarta enfríe a temperatura ambiente. Cuando esté mucho más templada o casi fría, añade el ganaché de chocolate y guarda en la nevera. Puedes guardarla en la nevera hasta la hora de servir, o sacarla un poco antes para que coja la temperatura ambiente.

Para mí ha sido un auténtico descubrimiento. Me he enamorado tanto de esta cheesecake de Baileys que la corono como una de esas recetas estrella que hago cuando quiero sorprender a alguien.
He hecho muchísimas recetas, pero hay algunas que he repetido pocas veces (porque llevan muchos pasos o porque es una tarta que siento puede no gusten a todo el mundo)  y otras que he hecho tantísimas veces que no necesito ni mirar las cantidades porque me las sé de memoria. Recetas que suelen ser sencillas, de pocos pasos, que siempre salen bien y que gustan a todo el mundo.
Esta receta os aseguro que será de las que aprenda de memoria.

Animaros a hacerla porque no os arrepentiréis ^_^

Besiños

Mirta