La receta de brioche francés era un reto para mí, una receta que me daba mucho respeto, que siempre he querido hacer pero nunca llegaba a atreverme. Me siento muy orgullosa de haberme animado con ella y sobre todo que me haya salido.

Si alguien os dice que esta receta es sencilla, esa persona , como mínimo, es alguien bastante aficionado a la repostería. Sencillo es hacer baklava, una chocotorta, un bizcocho de nata o unas galletas de mantequilla. Pero un brioche francés no tanto.

Que tampoco significa que sea de las recetas de repostería más complicadas que hay, ni mucho menos, pero tampoco me voy a poner a vender que esta receta la hace cualquiera con los ojos cerrados.

Es una receta que requiere cariño, atención y cuidado. Solamente eso. Pero a veces eso es lo más complicado, porque las prisas, el ansia y las ganas de ver algo terminado nos pueden en la cocina.

Si tienes ganas de intentarlo vamos a ver la receta paso a paso y vamos a ver cuáles son las claves para que salga un brioche francés perfecto.

Como es una receta con la que no puedes ponerte a experimentar mucho si nunca la has hecho, busqué una receta de brioche por la que guiarme. De todas las que vi me decanté por esta del famoso Xabier Barriga de su libro Bollería que parece es por la que muchos blogueros reposteros apuestan.
Las modificaciones que le hice son mínimas y desde luego el resultado siguió siendo espectacular.
Aquí os dejo la receta y el paso a paso.

Cómo hacer brioche francés

Ingredientes para el brioche francés

• 500 g de harina de fuerza
• 120 g de azúcar (Yo utilicé el azúcar moreno Java de Azucarera)
• 100 g de mantequilla
• 120 ml de leche (agua en la receta original)
• 3 huevos M
• 40 g de levadura fresca
• 1 pizca de sal
• 1 huevo batido para pintar

Preparación

1. De la cantidad total de leche (o agua), que deberá estar a temperatura ambiente, vierte un poco en un vaso en el que disolveremos la levadura fresca.
2. En un bol (yo utilicé la KA y su gancho de amasar) añade la harina, los huevos, el azúcar y la pizca de sal. Bate.
3. Ahora, poco a poco, ve añadiendo la leche (o el agua) que no utilizamos para disolver la levadura. Amasa hasta que obtengas una masa homogénea.
4.  Agrega ahora la mantequilla en dados y fría y amasamos hasta que la mantequilla se haya integrado por completo a la masa. Aunque yo utilicé la KA, lo cual resulta mucho más cómodo, esto mismo puedes hacerlo tú con tus propias manos.
5. Por último añade la levadura fresca que teníamos disuelta en un vaso a parte. Si sientes que la masa está demasiado pegajosa, antes de añadir más harina ( que es lo que solemos hacer todos) amasa durante más tiempo. Otro truco es que dejes reposar la masa tapada con un trapo unos 10 minutos. Tenemos que conseguir que la masa quede elástica y se despegue de las paredes.
6. Haz una bola con la masa, engrasa el bol con un poquito de aceite y tapa la masa  con papel de film. Deja que repose en la nevera durante una hora.
7. Pasado este tiempo divide la masa en bolas. Yo hice tres bolas del mismo tamaño para poder ponerlas en un molde rectangular, pero tu puedes hacer bolas de menos tamaño y colocarlas en un molde circular por ejemplo. Para que las bolas tenga el mismo tamaño basta con pesarlas. Deja que reposen de nuevo en la nevera durante 30 minutos más.
8. Engrasa el molde que quieras usar y coloca las bolas del brioche. Barniza la masa con huevo batido. Yo utilicé un molde 10 cm de ancho x 26 cm de largo y una altura de 7,5 cm.
9. Precalienta el horno a 210º y cuando esté listo mete el brioche. Hornea a esta temperatura durante los primeros 5 minutos. Baja el horno a 180º y hornea otros 15/20 minutos más. El tiempo dependerá de lo grandes o pequeñas que sean las bolas del brioche.

Trucos y consejos

• La levadura fresca podéis encontrarla en la gran mayoría de supermercados, sobre todo en las grandes superficies, en la zona de mantequillas.
• Podéis usar azúcar blanco normal, yo utilicé el azúcar moreno Java de Azucarera porque es un azúcar moreno muy suave pero que aporta un poco de sabor, a diferencia del blanco que solo aporta dulzura.
• Si vuestras bolas de masa son muy grandes y vuestro brioche va a necesitar más tiempo en el horno para hacerse por dentro, es mejor que en los últimos minutos de horneado tapéis vuestro brioche con papel de horno para evitar que se queme demasiado por arriba.
• Una vez hecho, mantén el brioche bien tapado para que el aire no lo seque.

La masa es tan esponjosa, blandita, suave y mullida. No se como describir lo deliciosa que está. Es una receta que es mucho mejor consumir recién hecha, porque a medida que pasan los días se va secando, pero creedme cuando os diga que os durará poco en casa. Se come solo. Como no tiene un sabor muy intenso es perfecto para acompañar con mermelada, un poco de mantequilla derretida, etc. Puedes utilizar el brioche como si fueran tostadas.

D E L I C I O S O

Espero que os haya gustado ^_^

BESOS

Mirta