Tengo que empezar con una confesión. En realidad yo no quería hacer cupcakes de chocolate blanco, si no de nubes.
El problema es que las recetas que encontré no me terminaban de convencer. Todas llevaban nata y a mí, personalmente, los cupcakes con nata no gustan demasiado. Por no hablar de mi absoluta incapacidad para montar la nata jaja

Me parecía raro que ninguna receta fuera con mantequilla y pensé que alguna razón de peso habría, pero como soy un poco cabezota, me fui al supermercado, me compré una bolsita de nubes y mantequilla.

En cuanto me puse a experimentar con mi buttercream de nubes entendí rápidamente porque se hace con nata…
Las nubes seguramente se mezclen muy bien con la nata, pero si las metes unos segundos al microondas para que se derritan y luego las mezclas con la mantequilla, el desastre está garantizado.

No sólo la mantequilla y la nube no se unieron armónicamente en lo que se suponía iba a ser un delicioso buttercream, si no que la nube se puso dura como una piedra al contacto con la mantequilla.

¡¡Mi gozo en un pozo!!
Y yo que me había comprado unos minimarshmallows (¡¡¡?¿?¿¿se  le puede poner un nombre más largo y complicado a unas simples MININUBES!!?¿?¿?)  de colores pensando en esta receta :(

¡Pero no hay problema! Pasamos del buttercream de nubes y lo hacemos de CHOCOLATE BLANCO.

Al final quedaron RIQUÍSIMOS!!!

Y para acompañarlos y adornarlos un poco más, me hice unos wrappers caseros muy monos ^_^
Los wrappers son un tipo de envoltorio mucho más consistente que la capsula de cupcakes con la que horneas el bizcocho y que sirve de decoración. Son preciosos y los hay de mil colores, formas y estampados. Pero también es verdad que son muy caros.

Hace tiempo compré unos wrapers blancos, con mariposas que me encantaron (vease la foto de abajo) y que, por cierto, aun no he usado.
Pero que no los haya usado no quiere decir que no les haya dado una utilidad.
¿Cómo? Haciendo de ellos un molde para hacer mis propios wrappers.

Para hacer tus propios wappers necesitarás: papel de regalo, cartulina, lápiz, tijeras, pegamento y un wrapper, o en su defecto, cualquier plantilla de wapprer que puedes encontrar por internet, como por ejemplo esta de Postreadicción.

 

 

Lo primero que hice fue delinear  el wrapper  original sobre una cartulina y así hacer una plantilla  que luego me servirá para todos los sucesivos wrapppers que quiera hacer.

Una vez tuve lista mi plantilla lo que hice fue pegar el papel de regalo sobre otra cartulina. En este caso, como el papel de regalo era rosa con lunares blancos (comprado en Primark), escogí una cartulina del mismo color. Ten en cuenta que el papel de regalo se verá por la parte de fuera, pero por dentro también es importante que se vea bonito.

Por cierto, ¡cuidado al pegar el papel sobre la cartulina!, tiende a arrugarse muy fácilmente.

Una vez  pegado todo, es el momento de usar la plantilla de wrapper y crear todos los que queramos.
Después sólo tuve que recortar y en un momento tuve listos unos preciosos wrappers caseros.

Yo usé papel de regalo, pero puedes usar una cartulina lisa, o papel estampado que puedes comprar en tiendas como cromatismes.com o en creatividades.es.  Y para recortarlos puedes hacer las formas que quieras: ondulados ( como los míos), recortados con tijeras de formas, usar troqueladoras, etc.

¡La imaginación al poder!

Pero ahora que ya tenemos listos los wrappers vamos a por la receta.
Ya os he dicho que el buttercream era de chocolate blanco, pero aun no habéis visto que por dentro eran rosas ( ¿rosas? que raaaaroooooo jojojojo)
Y no de un solo color rosa, si no de dos tonalidades. Por eso se llaman cupcakes rallados jeje

Para la masa del cupcake usé mi receta favorita de bizcocho ( sí, otra vez jaja que pesadaza soy con esta receta), pero esta vez no le puse sabor de vainilla, sino de algodón de azúcar. Y la masa, una vez lista, la dividí en dos partes y la teñí con colorantes.
Para la masa rosa fuerte usé el tono Claret de suggar flair, y para el rosa claro el tono Pink de suggar flair también.

Y ahora viene el proceso de horneado y la clave de estos cupcakes rallados.
Lo primero que haremos será calentar el horno a 170º y mientras esperamos, rellenamos las cápsulas con la masa teñida de rosa fuerte. Como esta masa lleva una cantidad muy grande de levadura, y por lo tanto la masa sube mucho, las cápsulas hay que rellenarlas muy poco, un centímetro aproximadamente.

Cuando el horno este listo mete las capsulas unas 6/ 7 minutos. Pasado este tiempo, vuelve a sacar la bandeja y rellena de nuevo las capsulas pero sin llegar al borde. Recuerda que la masa sube mucho.

Vuelve a meter los cupcakes al horno y esta vez espera unos 14 minutos más. Ya sabes que cada horno es un mundo, así que no dejes de vigilar la masa y no dejes que se dore mucho ( o más bien casi nada).
Usa un palillo para saber si están listos Ya sabes, si sale limpio, es que están en su punto.

Sácalos y déjalos enfríar sobre una rejilla unos 5 o 10 minutos antes de decorarlos con el buttercream.

 

Buttercream de chocolate blanco

• 150 gramos de mantequilla sin sal
• 250 gramos de azúcar glas
• 150 gramos de chocolate blanco ( que se note el chocolate jojo)
  

 

 

Primero derrite el chocolate blanco en el microondas o al baño maría. Cuidado con el chocolate, se quema muy fácilmente en el microondas! Lo mejor es que lo calientes poco a poco, casi por segundos. Estará listo cuando lo veas pastoso más que líquido. Es importante que lo dejes templar un poco antes de usarlo, o la mantequilla puede derretirse y entonces ya la hemos liado!
Aparte mezclamos el azúcar glas tamizada junto con la mantequilla y batimos ( con la Kitchen Add o similares, o a mano. Si lo haces a mano eres una valiente y tu brazo debe ser como el de Popeye jajaja) El secreto de un buen buttercream es que la mantequilla esté bien batida. Para eso hay que empezar a velocidad baja y terminar con una velocidad media alta. Pasados unos 5 minutos aproximadamente ya puedes poner el chocolate blanco. Vuelve a batir otros minutos más y pon el colorante que quieras ( o ninguno).
Si a este buttercream le pones las mininubes de decoración os quedarán unos cupcakes riquísimos!!!!!

La moraleja final de la receta de hoy es que da igual que empieces con una idea para terminar en otra. La cocina está para experimentar, y de los fracasos siempre salen grandes resultados, porque de ellos se aprende. ^_^