Me encanta este helado de moras que os traigo hoy. No sólo por lo delicioso que quedó, sino por el significado que tiene para mí.

Mis abuelos son zamoranos, concretamente de un pueblecito llamado Figueruela de Arriba (sí, existe Figueruela de Abajo). Aunque viven en Madrid, todos los veranos huyen del terrible calor de la capital y se van al pueblo. De pequeña me pasaba temporadas más o menos largas por allí con mis padres, primos y tíos, pero como muchas veces ocurre, los años pasan y dejas de ir tan a menudo.

He pasado muy buenos momentos en el pueblo de mis abuelos, pero todo el mundo sabe que lo que más me gusta hacer cuando voy, lo primero que hago nada más dejar las maletas, es ir hasta la morera que hay detrás de la finca. Tendríais que verla, es un árbol enorme, precioso, centenario, en el que he pasado horas poniéndome las botas y manchandome de arriba a abajo. No hay nada que ensucie más que las moras de morera, ni mancha que me guste más. Porque no son como las silvestres (que por cierto son las que ves decorando en las fotos). Estas moras son mucho más grandes, dulces y mucho más jugosas.

El caso es que este agosto sí que me animé a ir y pasar unos días con mis padres y abuelos, así que estaba claro: Tenía que irme con moras y hacer un postre rico rico!!!
De paso me di un paseo y recolecté unas cuantas moras silvestres.

Helado de moras

Ingredientes

• 300 g de moras
• 400 ml de nata de Central Lechera Asturiana
• 200 g de queso de untar
• 120 g de azúcar
• Moras al gusto para añadir al helado

Preparación

1. Limpia las moras y escúrrelas bien, sobre todo si vas a usar moras de morera como yo, porque este tipo de moras ya contienen mucha cantidad de agua de por sí.

2. Coge las moras, el queso y el azúcar y tritúralo todo junto con la batidora.

3. Monta la nata y añádela a la mezcla.

4. Llega el momento de mantecar el helado en la heladera siguiendo las instrucciones de la misma. Al final del proceso, añádele unas cuentas moras más para encontrártelas en cada mordisco. Mézclalas de forma manual. La cantidad irá al gusto.

5. Reparte la mezcla en los moldes de helado. Yo usé un kit de moldes  de silicona para hacer 4 helados. Cada uno de ellos con una capacidad de 90 ml. Me sobró un poco de mezcla que daría aproximadamente para otros tres o cuatro helados más. Lo que sobró lo puse en un táper especial para congelación.

6. Coloca los palitos de madera y deja los helados en el congelador unas 24 horas.

Recuerda que si no tienes heladera: mete directamente la mezcla en el congelador. Déjalo una hora más o menos, y antes de que cristalice, sácalo del congelador y bátelo con energía, a mano o con varillas, para romper los cristales de hielo y hacer un helado cremoso. Bate lo justo y necesario, sin exceso. Vuelve a meterlo en el congelador y haz este proceso varias veces.

Trucos y consejos

• La crema del helado está hecha con moras de morera, que no son lo mismo que las silvestres. Son moras más grandes, con mucho más agua y lo más importante, mucho más dulces. Por eso, si tu vas a usar moras silvestres, te recomiendo que subas la cantidad de azúcar, quizás a unos 180 gramos aproximadamente.

Qué maravilloso es poder hacer recetas con moras naturales de verdad. Ha sido un lujo hacer estos deliciosos helados que se la dedico a mi abuela Paquita. Gracias por acordarte de mí y tenerme siempre un botecito de moras guardado para darme después de esos veranos que no he pasado por el pueblo. Cómo me conoces.

Tu nieta te quiere mucho.